Cómo iniciar una campaña de Marketing en pocos pasos… y con poca inversión

Estrategia Marketing

Emprender, o la aventura de embarcarse en un nuevo proyecto en busca de la realización de una idea, es siempre una apuesta arriesgada que genera tantos quebraderos de cabeza como satisfacciones cuando las cosas marchan como esperamos.

Para conseguir transformar ese sueño en una idea de éxito se necesita básicamente de dos elementos, tener una buena idea entre manos y saber cómo llevarla a cabo.

Dando por hecho que la primera parte la tenemos controlada, es el momento de iniciar una serie de estrategias que consigan acercar hasta nuestro nuevo proyecto a inversionistas y potenciales clientes. Atraerlos no es siempre sencillo y es por eso que todas las grandes empresas dedican tiempo y esfuerzo a la elaboración de un plan de Marketing que arranca con la presentación de un producto o servicio y que continúa durante la vida del mismo cambiando el enfoque en cada momento.

Para aquellos que no tengan ni idea de cómo empezar una campaña de Marketing y/o dispongan de pocos o muy pocos recursos para hacerlo, aquí les dejamos los primeros pasos para que nuestra idea eche a andar y consiga, en no mucho tiempo, empezar a sonar por ahí con la mayor fuerza posible.

El primero de todos será delimitar cuál es nuestro público objetivo y cómo lograr empatizar con él. Para ello debemos estudiar cuáles son los canales para dar con nuestro target por un lado y cuáles son sus intereses, preocupaciones y motivaciones para así poder dar en la diana de nuestros posibles clientes, por otro.

El segundo paso sería el de trabajar en nuestro primer impacto visual. En este escalón trabajaríamos en el desarrollo de un logo que nos identifique claramente y con el que puedan hacerlo nuestros futuros usuarios, además de hacer lo propio con nuestra página web. Atractivo, sencillo, claro, transparente y directo, mejor que no lo contrario.

El tercero, y relacionado con este segundo punto sería el trabajo a realizar en las redes sociales. Transmitir nuestro espíritu y contagiar a nuestros posibles clientes es clave. En función de qué red social usemos lo haremos de una forma u otra. Hay que llamar la atención y hacerlo con el objetivo de quedarse en la memoria de aquellos que reciban nuestro impacto: Qué queremos vender y cómo queremos hacerlo.

Por último, es capital estar al tanto de nuestro entorno. Analizar la competencia, qué hace, qué les funciona, qué no, cuál es nuestro distintivo, cómo reforzar nuestro valor añadido y, por supuesto, poner el énfasis en por qué somos lo que buscan. Para ello es importante participar en todo tipo de eventos en los que podamos darnos a conocer y tantear qué se está haciendo en nuestro entorno. Esta presencia física deberá ir acompañada de una puesta en escena a la altura y en la que un mensaje claro y llamativo haga de reclamo.

Si conseguimos trabajar en estos cuatro puntos, y rodearnos de un equipo que pueda hacerlos realidad en el período de tiempo más corto posible, estaremos en la senda del éxito. La idea no es todo, es casi todo. El todo se consigue a través de una estrategia de Marketing que logre que inversores y clientes empaticen con nuestra idea.

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